La hipertensión arterial representa un problema de salud pública constituyéndose en enemigo de la salud de los ciudadanos, una gran parte de la población adulta padece de Hipertensión, lo que se traduce en aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, por lo que cada vez más se hace necesario alertar y orientar a la población para su oportuna detección y mejor control en los pacientes que ya están diagnosticados.
En nuestro medio muchos pacientes padecen de hipertensión arterial, pero no están diagnosticados y el problema radica en que gran parte de la población con hipertensión, no tiene síntomas, no acude con frecuencia al cardiólogo para evaluaciones de rutina, en ocasiones con medidas de presión arterial alta en el lugar de trabajo o por algún profesional de la salud, la califican como hipertensión por estrés e inicia una etapa de negación perjudicial para el paciente.
Algunos síntomas como dolor de cabeza, fatiga, palpitaciones, mareo, debilidad general, dolor torácico, deben alertar a la población y acudir a tiempo a la consulta.
Además las personas que no tienen ningún síntoma, pero que tienen algún otro riesgo para enfermedad arterial coronaria ósea riesgo de infarto del miocardio, antecedentes familiares, diabetes mellitus, tabaquismo, altos niveles de colesterol en sangre, deben estar alerta y acudir a evaluaciones de rutina.
Es importante resaltar que la población de mayor riesgo es la que desconoce la enfermedad, son las personas que afirman estar sano, ignoran la necesidad de tratamiento, tienen fobia de acudir a la consulta, y alegan son muy jóvenes para recibir tratamiento permanente, a estos les sorprende las complicaciones tales como enfermedad de las coronarias, infarto, angina, cardiopatías, enfermedad cerebrovascular , enfermedad renal, retinopatías entre otras que generalmente son fatales para cada individuo y para la sociedad, pues la mayoría incapacitan al individuo por lo que podemos concluir que es el enemigo público de la sociedad, que de manera silente ataca al ser humano en edad productiva.
Los pacientes ya diagnosticados deben cumplir con el tratamiento médico que consta de 2 partes importantes: tratamiento farmacológico y no farmacológico (dieta baja en sal, y grasas saturadas, hacer ejercicios etc.) evaluaciones de rutina con su médico cardiólogo, con controles electrocardiográficos y de otros estudios que periódicamente se deben realizar a todo hipertenso, para detectar a tiempo las complicaciones que se derivan de esta patología.
Dr. Randdy Reyes Pion.
Cardiólogo intervencionista.
Punta Cana Doctors.